Los sueños de la razón I

Soñar nos está permitido a todos. Sin embargo, sólo los artistas tienen la capacidad de transportarnos a ese momento en que la razón sucumbe frente al poder de la fantasía. El post de este mes referido a los sueños está dedicado a uno de los pintores españoles más universales, Francisco de Goya. 

Caprichos que escapan a la razón  

En el año 1799 el pintor español Francisco de Goya (España, 1746 – Francia, 1828) concluyó y puso a la venta una de sus series de estampas más polémicas: Los Caprichos. En ella expone un mundo onírico fantástico que presenta en contraposición a la razón que reina durante el día a día de un siglo que cierra sus puertas.

“Caprichos” es una serie de dibujos y grabados que pone en tela de juicio los vicios y procederes de la especie humana. Estas genuinas obras de arte, bicentenarias ya, son poco conocidas si se comparan con “las majas” que tanta fama han proferido al pintor. Sin embargo, tienen una actualidad impresionante que no dejan indiferente a nadie.

Goya utiliza los sueños como argumento para describir su sociedad. Se apoya en este idioma universal para trascender en el tiempo. Sin imaginarlo quizás, consigue que decenas de años en el futuro cada generación de espectadores siga viéndose reflejada en tan sencillas imágenes. ¿Cómo lo logra?

Los críticos han agrupado este conjunto de obras en cuatro grandes temas. El sexual, con cuestiones como el engaño en las relaciones de pareja, la prostitución y los matrimonios de conveniencia. El educativo, haciendo énfasis en la ignorancia que aflora por doquier y las supersticiones de la época.  La opresión religiosa, denunciando con sarcasmo los vicios arraigados en el clero e ilustrando satíricamente los pecados capitales y la brujería. Y por último los abusos del poder, reflejando la Inquisición, la extorsión al pueblo y las leyes injustas reinantes. Temas que, sólo escudándose en la sinrazón de la fantasía, podrían vencer la censura en todos los tiempos, especialmente en la España católica.

Giges Autor

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